sábado, 26 de marzo de 2011

Escapada a: Malta

Se acerca la Semana Santa y llega el momento de pensar en las merecidas vacaciones después del frio invierno, y aquí va una cálida propuesta.

Malta
Situada en el Mediterraneo, Malta disfruta de un clima ideal que junto a su rica historia y cultura, hacen de este un destino perfecto para una escapada.


 Si pensamos en una isla del Mediterraneo, es inevitable imaginar momentos de sol y mar, pero para visitar Malta hace falta algo más que un biquini y un protector solar. Después de este viaje, tu cámara de fotos vendrá repleta de imágenes de rincones encantadores, tu cuaderno de viaje lleno de anotaciones y tu guía sobre Malta marcada de principio a fin, ¿la razón? es sencilla, en Malta podrás encontrar infinidad de pintorescos lugares de los que disfrutar así como de preciosos atardeceres.
Empezamos nuestra visita a Malta por su capital, La Valletta. Esta ciudad fortificada es una joya en si misma, poseedora del título Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, debe su nombre al Gran Maestre Jean Parisot de la Valette de la Orden de los Caballeros de San Juan. Hay que recorrer sus típicas calles con edificios de fachadas muy características y bien conservada. Esta villa amurallada del siglo XVI fué descrita por Walter Scott como "la ciudad construida por caballeros para caballeros". Fachadas con blasones, y vestigios del pasado dejan patente la majestuosidad de la ciudad.


 Después de visitar la capital, aún nos quedan muchos otros puntos de interés. Dos lugares imprescindibles son las encantadoras ciudades medievales de Mdina y Rabat. Tanto la muralla que rodea la ciudad de Mdina como el propio nombre fué un legado árabe e incluso, esta ciudad fué la capital de Malta hasta que los Caballeros, trasladaron esta a la Valletta. Coches tirados por caballos esperan a aquellos que quieran atravesar la puerta principal como hacían sus antigüos moradores.


Muy cerca de La valleta tenemos las "3 ciudades" como se conoce a Vittoriosa, Senglea y Cospicua, mi favorita Vittoriosa. Dar una vuelta por sus calles algo decadentes pero siempre interesantes merece la pena.
Al sur de la isla está Marsaxlokk, es un pueblo pesquero del que han salido infinidad de fotos que se identifican con Malta. Las famosas barcas pesqueras de alegres colores las encontramos aquí. Si la visitas en domingo además disfrutaras del mercado local que le dá un color y ambiente especial.
Los malteses viven la Semana Santa con devoción por eso, viajar en esta fecha sería un buen momento para conocer además de sus atractivos arquitectónicos, sus tradiciones culturales. Muchas procesiones recorren las calles de la Valletta y de otras ciudades el Viernes Santo así como multitud de actos religiosos tienen lugar los días consecutivos.


Alojarse en las zonas turísticas de St. Julian o Sliema permite disfrutar de una gran oferta de restaurantes o lugares para salir de noche, así como para dar largos paseos al borde del mar.


    Un hotel con encanto en Malta sería el Hotel The Xara Palace, que está en Mdina,es un lugar muy tranquilo. Pero quienes prefieren estar cerca del mar y de la animación nocturna podrán elegir entre los muchos hoteles de buena categoría que ofrecen las grandes cadenas, son hoteles más impersonales pero con todas las comodidades.

                                 Malta tiene mucho que ofrecer, decúbrelo!!!



                                 Otro link de interés:  http://www.descubremalta.com/


         

sábado, 19 de marzo de 2011

Postales de Hanoi


Cuando llegué a Hanoi, no esperaba encontrar nada especialmente atractivo, ya que los principales reclamos de Vietnam son la Bahía de Halong, las ciudades del centro del país y las playas. Yo creía que Hanoi era una parada indispensable sólo por ser la ciudad de entrada o salida del país y, sin embargo, encontré una ciudad con una personalidad muy característica y un encanto especial.
El Barrio Antiguo, con más de mil años de antiguedad, sigue siendo el lugar más animado y especial para visitar,  perderse por sus calles es muy entretenido. En el siglo XIII, los 36 gremios de la ciudad se establecieron en este barrio y se instalaron en sus calles distribuidos por oficios, de aquí el nombre original "36 calles". Hang significa mercancia y en función del producto que se vendía en esa calle, así se le daba el nombre: Hang Chi sería la calle de los hilos, o Hang Vai, la de las telas. Actualmente no se corresponden los nombres con lo que venden, pero aún están unidos por gremios y así podemos estar paseando por la calle del calzado, de los cestos y gorros vietnamitas, de la ropa, o de los materiales de construción.
Las tiendas  y los restaurantes del barrio se amplian más allá de sus límites invadiendo la acera, lo que impide en muchas ocasiones poder circular por ésta y nos obliga  continuamente a esquivar las motos y ciclotaxis, lo que puede resultar un poco estresante.

 

Restaurante


Recorriendo el Barrio Antiguo no hay que dejar de ver el mercado, bullicioso y peculiar, donde se venden todo tipo de animales vivos (ranas, serpientes,etc.) y comida. Me encanta visitar los mercados; siempre encuentro cosas curiosas y este mercado en concreto me  resultó especialmente llamativo, estaba muy limpio y ciudado para estar en la calle y no contar con  las condiciones de refrigeración a las que estamos acostumbrados y, de hecho, todo parecía apetitoso (menos las ranas, aaagg)


Tienda en el mercado



Carnicería del mercado



Tienda en el mercado
En el Barrio de las 36 calles es donde se encuentra la animación y la máxima actividad comercial, pero también tenemos zonas más tranquilas donde los vietnamitas disfrutan de una partidita de badmington en la misma acera.

Jugando al badmington

El Lago Hoan Kiem  se encuentra en medio del Barrio Antiguo y le  dá un toque de serenidad y  belleza. Parejas de jóvenes caminan por sus orillas de la mano disfrutando de unas vistas preciosas dentro de una ciudad que no deja de tener su punto caótico. Cuidado al cruzar!! aunque las bicis y motos parecen inofensivas, al igual que en muchos otros países de Asia, nadie cederá el paso al peatón por lo que hay que lanzarse a la carretera y no parar, confiar en ser esquivado y, si no te asustas y retrocedes o dudas, conseguirás llegar sano y salvo al otro extremo.




En las peluquerías de Hanoi, las peluqueras se echan una buena siesta mientras no tienen clientas a las que peinar. La vida transcurre de otra manera, diferente a lo que yo estoy acostumbrada.

Peluquería


Los días que pasé en Hanoi me resultaron muy interesantes ya que, además de callejear por la ciudad, hay múltiples visitas imprescindibles: templos, pagodas, la casa sobre pilares de Ho Chi Minh, el Palacio Presidencial, etc. Hanoi es mucho más que la puerta de entrada a un país fascinante.


Por las calles de Hanoi

Por las calles de Hanoi

Para alojarse en la ciudad, tenemos  el hotel Sofitel Metropol,  con una situación ideal ya que te permite llegar andando al centro, además de estar en un edifício colonial que conserva el encanto de la época francesa. El inconveniente, el precio.
En Hanoi tampoco faltan restaurantes donde poder degustar la mejor comida vietnamita, algunos de los que he probado y os recomiendo son:

Restaurantes recomendados en Hanoi:
El Wild Lotus, muy elegante!!

El Green Tangerine, comida típica en un entorno encantador.
http://www.greentangerinehanoi.com/index.php?lang=en

Para cenar al aire libre comida típica.


¡¡¡Buen viaje a Vietnam!!!

domingo, 6 de marzo de 2011

Volando en avioneta

Ayer me desperté con la noticia del accidente aéreo de la compañía Buddha Airways ocurrido en Katmandú y me estremecí al recordar que hace unos años estuve sobrevolando el Everest y disfrutando de estos picos montañosos que atravesaban las nubes, a bordo de un pequeño avión de la compañía Buddha Air en el recorrido desde Katmandú a una ciudad en la frontera de Nepal cuyo nombre me es imposible recordar. Sentimientos encontrados son los que tengo, por un lado al pensar en el lamentable final de un vuelo que con seguridad comenzó con la emoción propia de quien va disfrutar de un paisaje único, y por otro el recuerdo de momentos únicos vividos en avionetas y viajando a distintos lugares.
Aún recuerdo cuando subí a esta pequeña avioneta y observé a mis compañeros de viaje, entre ellos se encontraba algún que otro turista, algún hombre de negocios y algunos monjes, pocos pasajeros para pocos asientos. Una azafata pasaba una bandeja con algodones para los oídos, ya que el ruido era ensordecedor.
A quien le apasione volar, tal vez comparta conmigo la sensación  de que es en estos aviones pequeños donde verdaderamente se siente que se está volando. Muy rápidamente despegan las ruedas del suelo y ligera como una pluma se eleva despacio permitiéndote disfrutar de una panorámica durante todo el vuelo que un avión grande no  te permite tener. La cercanía que se tiene con la cabina, que en muchos casos se encuentra abierta, así como con los pilotos cuyas maniobras quedan a la vista de los pasajeros, lo hacen aún más interesante.







 Aquí van otras imágenes hechas desde el aire esta vez en Panamá en un vuelo hacia Bocas del Toro